Un largo trayecto de Trazo Freudiano y de Aniverso fue escrito en intenso y riquísimo intercambio con Marcela Pernía, autora de los blogs: «Itinerarios en el arte»,»Letra deriva» y «La máscara y el poema».
El texto compartido y sus comentarios acompañaban muchos de mis posts. Es dificil encontrar una escritura, un pensamiento y sensibilidad, tan finamente complejos.
La voz poética de Mar sostenía mi pluma cuando ésta desfallecia.
Ahora, en esta tan oscura noche, intento sostener con mis letras su irremediable ausencia.
Y aunque sé que este es un blog dedicado, básicamente, al psicoanálisis y la filosofía, no encuentro manera de acercarme a estos discursos sin la textura poética, sin pulsar el propio límite entre la teoría y la puesta en juego de la subjetividad… ella, la que se articula en la temporalidad, en la concatenación de instantes que juegan y fingen duración. Instantes que, de pronto, marcan el quiebre, la disrrupción. El corte.
Es la única manera que tengo de sostener este blog. Esta es mi posición.
Hoy son tuyas mis letras Marcela, tienes aquí un lugar.
Ahora que danzas en esos abismos imposibles en cuyos bordes escribias.
Déjame que inscriba uno de tus poemas:
XLI
En el latido que quiebra
la frágil envoltura de las apariencias
en el reverso de la palabra
y su conjuro
en la mirada y su distracción
del infinito
en el cuerpo acariciado
como tibio talismán contra la muerte
en la piel de la locura
más callada
en el fruto de las bocas colmando
el lenguaje del delirio
en la mímica del agua
como simiente de la urgencia de las manos
en el tibio despertar de las ofrendas
de este cuerpo mío
en la fidelidad de la ausencia
cual urdimbre de sutiles matices
en el reinventarme en corazón ajeno
bajo ecos de lejanas melodías
en el son del viento que despide
en suave aleteo
en libre paneo suspendido
la eternidad de lo efímero
Amor
para que sobrevivas
[yo no diré mi poema y he decirlo]
con su agua y su fuego
con su mar en las venas
palabra por palabra hasta echar andar al mundo
como acuerdo de dioses primigenios
palabra que se piensa hacia adentro
corazón espejo para mirarnos lo que somos
poema de agua para nadie
infinito en su humedad estremecido y frágil
como lluvia que confunde las palabras con agujeros o pájaros
como puntas de estrellas clavándose en la luna
Marcela Pernía.
Gracias Mar, por tu huella, por tu trazo.
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