Por Emma Rodríguez © 2014 /
“Siento mi casa como una trampa”, llegó a decir Louise Bourgeois, quien en un dibujo de su serieFemme Maison, convierte la cabeza de una mujer en una casa por una de cuyas estancias asoma un pequeño brazo. Ese gesto, más que un saludo, parece estar pidiendo ayuda o haciéndonos partícipes de una situación de encierro, de opresión. Ese gesto podemos interpretarlo como una denuncia del sometimiento de tantas mujeres obligadas a cumplir con reglas, con códigos de conducta impuestos, sin tener en cuenta sus deseos, de tantas mujeres silenciadas a lo largo de la Historia.
No he podido dejar de pensar en la creadora francesa y en su obra desde que descubrí a Harriet Burden, la artista que protagoniza El mundo deslumbrante, la última novela de Siri Hustvedt. La autora cita más de una vez a Bourgeois y en la…
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